La humedad y la aireación del sustrato están muy relacionadas. En un terreno empapado, las gotas de agua desplazan las burbujas de aire, y se produce falta de oxígeno y ventilación. Ambos factores influyen tanto en la ingesta de alimento como en la respiración y la reproducción.Para la supervivencia de las lombrices, la humedad debe estar entre el 70 y 80%. Si el sustrato está empapado, con una humedad superior al 85 % la oxigenación es insuficiente. La falta de aireación, hace que el consumo de alimento se reduzca, y que las lombrices entren en un período de latencia, en el que por supuesto no se produce vermicompostaje, se detienen los apareamientos y aumenta el tiempo de maduración de las cápsulas.Una humedad por debajo de 70 % constituye una condición desfavorable. Al estar el sustrato seco, se dificulta el deslizamiento del animal a través del medio, así como la ingestión del alimento. Niveles de humedad inferior al 55 % o superior al 95%, resultan mortales para las lombrices.
martes, 3 de noviembre de 2009
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